El tratamiento médico puede incluir fármacos inmunosupresores como metotrexato, corticosteroides, ciclofosfamida y azatioprina. Todavía no se han realizado ensayos controlados aleatorios para evaluar dichos tratamientos, por lo que no se han establecido claramente los beneficios.
Se ha utilizado una variedad de técnicas quirúrgicas para mejorar el aspecto cosmético en los individuos afectados. Las tasas de éxito de estas opciones quirúrgicas son muy variables. Por lo general, no se aconseja el tratamiento quirúrgico hasta que hayan finalizado los cambios atróficos y se conozca el alcance de la deformidad facial resultante.
Las técnicas quirúrgicas incluyen inyecciones de grasa, injertos de colgajo/pedículo o implantes óseos. Estos procedimientos pueden ser eficaces para conseguir una mejora estética.
Vivir &Manejar
El pronóstico de los individuos con síndrome de Parry-Romberg varía. En algunos casos, la atrofia termina antes de que toda la cara se vea afectada. En los casos leves, el trastorno no suele causar más discapacidad que los efectos cosméticos.
Hay algunas terapias de investigación que se están probando.