Concepto de Realismo

Características del realismo

El arte realista propone una mirada centrada en el ser humano y en su existencia cotidiana, dándole la espalda a los temas mitológicos, religiosos, fantásticos y oníricos, prefiriendo en cambio la denuncia social y política. Esto condujo a técnicas pictóricas que aspiraban a la objetividad: la reproducción casi fotográfica de lo observado, o las largas y minuciosas descripciones literarias que procuraban agotar lo observable a través de palabras.

Los personajes y las escenas predilectas del realismo fueron siempre las más mundanas, protagonizadas generalmente por el pueblo llano, cuando no por las clases desposeídas, que eran representadas en su mayor fidelidad, asumiendo el arte como un vehículo para captar la vida real de los de abajo: el campesinado, las nacientes clases obreras, etc.

Mucho de lo que realismo fue en pintura, sirvió para el surgimiento posterior del impresionismo, y sus principios fueron llevados aún más allá por el naturalismo venidero, en sus numerosas acepciones y vertientes.

Arte en el realismo

El arte realista apuntó a una perspectiva local.

La fotografía ya hacía sus primeras apariciones cuando el realismo se convirtió en la escuela imperante, por lo que de un modo u otro se aspiraba a una exactitud, objetividad y nivel de detalles en el arte que nunca antes habían sido posibles, gracias a las innovaciones científicas, y que en el caso de la pintura y la escultura, derivaron luego en el hiperrealismo del siglo XX.

Alejándose de los motivos románticos, el arte realista apuntó a una perspectiva local, costumbrista, que coincidió además con el surgimiento de numerosos movimientos nacionalistas en la Europa del siglo XIX. Obviamente, sus pinturas son siempre figurativas, lejanas a la abstracción, y sus motivos siempre explicables en términos laicos, casi científicos.

Realismo literario

El realismo literario daba largas descripciones de los objetos, ambientes y personajes.

Por su parte, el realismo literario apuntó a modelos de escritura menos ideales y más veraces, que se alejaran de la sensibilidad y la imaginación de los autores, para comprometerse con la observación del mundo que los rodeaba, en sus detalles sociales, económicos y políticos. Se aspiraba a que un escritor estudiase la sociedad tal y como lo haría un médico al cuerpo humano.

En cuanto a las formas, el realismo privilegió el estilo sencillo, directo, sobrio, que abriera espacios para la reproducción del habla cotidiana de las gentes y para largas y puntillosas descripciones de los objetos, ambientes y personajes. Esto se tradujo en párrafos largos con muchas oraciones subordinadas, a la par que en un lenguaje «invisible» que no tuviera muchos giros, metaforizaciones ni excentricidades, pues lo importante no era el autor, sino la realidad descrita.

Por último, en la narrativa se prefirió siempre un narrador omnisciente, capaz de explicar hasta el último detalle por qué ocurría lo que ocurría y de aleccionar al lector en los asuntos sociales y económicos que involucran a su historia. Esto condujo además a la aparición de personajes arquetípicos, cuando no estereotípicos, que de tan recurrentes terminaban siendo semejantes: la joven prostituta, el comunista obrero, el indigente, etc.

Autores y representantes del realismo

Algunos importantes representantes de esta tendencia en las diversas disciplinas artísticas son:

Realismo mágico

Gabriel García Márquez fue el principal exponente del realismo mágico.

El realismo mágico es una escuela literaria hispanoamericana del siglo XX, cuyo principal exponente es el autor colombiano Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura. Esta tendencia apuesta por la representación realista de eventos extraños y maravillosos, que sin embargo producen poca o ninguna sorpresa en el universo ficcional de la obra. Es decir, se trata del abordaje cotidiano y objetivo de eventos fantásticos.

Esta vertiente del realismo entraña también una postura política ante la realidad de los pueblos latinoamericanos, que inicialmente formulara el cubano Alejo Carpentier (quien lo llamó «real maravilloso») y por el venezolano Arturo Úslar Pietri (ya como «realismo mágico»), en el que el continente latinoamericano juega el papel de reservorio de la magia y lo exótico dentro de un hemisferio occidental racionalista y cientificista.

Referencias:

  • «Realismo artístico» en Wikipedia.
  • «Realismo literario» en Wikipedia.
  • «El realismo. Arte y literatura, propuestas técnicas y estímulos ideológicos» por Yvan Lissorgues en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
  • «Realismo» en Masdearte.com.
  • «Realism (literature)» en The Enciclopaedia Britannica.

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