Proceso de compensación de carbono
Las compensaciones de carbono pueden comprarse y venderse como parte de los regímenes de cumplimiento, como el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) o el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCCDE; un mercado regional de carbono en el que los países europeos pueden comerciar con derechos de emisión para cumplir los objetivos regionales de reducción de emisiones). Una de las ventajas de la compensación de carbono en el marco de estos regímenes de cumplimiento es que permite reducir las emisiones allí donde los costes son más bajos, lo que conduce a una mayor eficiencia económica allí donde las emisiones están reguladas. El Protocolo de Kioto exige a las partes del mundo desarrollado que limiten las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con sus emisiones de 1990. En virtud del Protocolo de Kioto, el comercio de emisiones en el llamado mercado del carbono puede ayudarles a cumplir su objetivo: una parte puede vender un derecho de emisión no utilizado a otra parte que supere su límite. El protocolo también permite el comercio de compensaciones de carbono. Las partes del Protocolo de Kioto pueden obtener compensaciones a través de un mecanismo llamado aplicación conjunta (AC), en el que una parte desarrolla un proyecto de reducción o eliminación de emisiones en otro país donde las emisiones están limitadas. Las partes también pueden obtener compensaciones a través del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) para proyectos en países en vías de desarrollo, donde las emisiones no están limitadas.
Los consumidores y las empresas también pueden comprar voluntariamente compensaciones de carbono para compensar sus emisiones. Entre los grandes compradores de compensaciones se encuentran los organizadores de grandes eventos como los Juegos Olímpicos, que pueden aspirar a ser neutros en carbono, y empresas como Google, HSBC Holdings PLC e IKEA. El mercado voluntario de compensaciones no está regulado en su mayor parte, aunque se han desarrollado varias normas internacionales para evaluar su calidad. Por ejemplo, en marzo de 2006, la Organización Internacional de Normalización (ISO) elaboró la norma 14064 sobre contabilidad, verificación, validación y acreditación de organismos de normalización de gases de efecto invernadero. Además, el registro Gold Standard, creado como base de datos de seguimiento para el MDL y la AC, fue desarrollado en 2003 por un consorcio de patrocinadores sin ánimo de lucro para certificar proyectos de carbono y hacer un seguimiento de los créditos.