Colangiografía transhepática percutánea

La colangiografía transhepática percutánea (CTP) es una técnica radiográfica empleada en la visualización del árbol biliar y puede utilizarse como primer paso en una serie de intervenciones biliares percutáneas (p. ej. colocación de stents biliares transhepáticos percutáneos)

Indicaciones

La colangiografía transhepática percutánea puramente diagnóstica se realiza cuando otros métodos menos invasivos de obtención de imágenes del árbol biliar (por ejemplo, CPRM, CPRE, TAC IVC) han resultado insatisfactorios. Las indicaciones incluyen:

  • CPRE fallida / CPRE no factible (p. ej. pacientes con gastroyeyunostomía)
  • delimitación del sistema biliar en presencia de cálculos biliares intra y extrahepáticos
  • para identificar una causa obstructiva de ictericia y diferenciar de la causa médicamente tratable
  • Evaluación anatómica de las complicaciones de la CPRE
  • Delimitación de las fugas biliares
  • Colocación de stents biliares percutáneos
  • Extracción postoperatoria de cálculos

Contraindicaciones

  • diátesis hemorrágica diátesis
  • ascitis
  • sepsis del tracto biliar

Procedimiento

Evaluación previa al procedimiento

Antes de comenzar el procedimiento es imperativo que se evalúen todos los datos de imagen disponibles del paciente y se comprenda la correcta indicación de este procedimiento invasivo. Las investigaciones rutinarias que deben ser examinadas son las pruebas de función hepática, las investigaciones sanguíneas de referencia como el recuento sanguíneo completo, el perfil de coagulación (tiempo de protrombina, PTT, INR y recuento de plaquetas); si alguna de estas pruebas es anormal, deben tomarse medidas correctivas antes del procedimiento.

Posicionamiento/preparación de la sala

Por lo general, el procedimiento se realiza bajo anestesia local con o sin sedación (dependiendo de la cooperación del paciente). Si la PTC es el primer paso de una intervención biliar percutánea probablemente dolorosa o que requiere mucho tiempo, muchos centros prefieren anestesiar al paciente.

Se debe colocar una cánula intravenosa para mantener el acceso vascular durante todo el procedimiento. Los antibióticos de amplio espectro previos al procedimiento suelen administrarse por vía intravenosa.

Se debe realizar la preparación rutinaria de la piel y el vendaje, exponiendo una amplia zona que cubra el hígado, de modo que se puedan emplear varias trayectorias en caso necesario.

Equipamiento
  • Pack de carros de rutina
  • Aguja de Chiba (22G, 15 cm de longitud)
  • Tubo de conexión
  • Contraste yodado soluble en agua
Técnica

El punto de entrada de la aguja se suele planificar utilizando la guía ecográfica (cada vez más utilizada en todo el mundo). Inicialmente se describió un enfoque fluoroscópico directo, que todavía se utiliza habitualmente. Se inserta una aguja larga de dos partes (aproximadamente 15 cm) 22 G bajo guía ecográfica en uno de los conductos periféricos; tras retirar el estilete de la aguja se puede observar el reflujo biliar en el centro de la aguja o inyectar una pequeña cantidad de contraste para confirmar la punción del conducto en la fluoroscopia. Una vez confirmada una posición satisfactoria de la aguja, se inyecta una cantidad adecuada de material de contraste y se obtienen varias proyecciones del árbol biliar para evaluar la patología obstructiva. Se toman imágenes en las vistas PA, RAO y LAO,

Cuidados posteriores al procedimiento

Si todo ha ido bien, no se requieren cuidados específicos posteriores al procedimiento, aparte de las observaciones cardiovasculares rutinarias.

Complicaciones

  • fuga biliar y peritonitis biliar
  • sangrado
  • colangitis

Véase también

    .

  • estricción biliar
  • colangitis esclerosante primaria
  • colangitis biliar primaria
  • colangiocarcinoma
  • carcinoma periampular

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