13 de octubre de 2017
Aprendiendo a centrar la arcilla en el torno
El tiro es posiblemente la técnica más difícil de dominar y no se puede lograr nada en un torno hasta que se aprenda a centrar la arcilla correctamente. Aquí le mostramos las posiciones necesarias de las manos para llevarle a través de todas las etapas clave del centrado, pero la clave fundamental para el éxito es la práctica, la práctica, la práctica: el éxito está literalmente en sus manos.
Antes de empezar:
- Use algo de manga corta cuando lance para mantener las manos y los brazos sin obstáculos.
- Como principiante, encontrará todo el proceso de centrado mucho más fácil y rápido si su arcilla está bien preparada. Amase la arcilla a fondo para eliminar las burbujas de aire y eliminar cualquier irregularidad que pueda haber.
El ‘Coning up’ es un proceso para hacer esto en el propio torno y es practicado por la mayoría de los alfareros experimentados, pero requiere que la arcilla sea centrada primero y puede ser obviado en muchos casos si la arcilla está bien preparada.
- Prepare varias bolas de arcilla – alrededor de 2 libras es un buen peso inicial.
TIP
Guarde sus bolas de arcilla preparadas en un bol de plástico – las mantiene contenidas y evita que la arcilla se seque. El cuenco debe estar cubierto con una lámina de plástico.
ARCILLAS ADECUADAS
Para el principiante, el factor más importante a la hora de elegir una arcilla para lanzar es que tenga una buena plasticidad (una capacidad para mantener su forma cuando se trabaja, para producir una superficie lisa e intacta). Elija una variedad suave que se recomiende como un buen cuerpo arrojadizo. Habrá que tomar otras decisiones importantes sobre la arcilla a medida que se adquiera experiencia, pero primero hay que practicar.
Como principiante le resultará más fácil centrar la arcilla más blanda, pero si es demasiado blanda le costará mantener su forma cuando la pared se levante en el proceso de lanzamiento.
En cambio, si la arcilla es demasiado dura tendrá que aplicar más fuerza para centrar y más presión para dar forma a la forma, lo que puede ser desalentador y dar una falsa sensación de falta de habilidad.
En general se considera mejor empezar con una arcilla más blanda para dominar la técnica de centrado inicial.
Comencemos
1 La cabeza de la rueda debe estar limpia, sin polvo y húmeda para que la arcilla se adhiera. Limpie la superficie con una esponja húmeda – NO utilice un exceso de agua o la arcilla se deslizará fuera del cabezal de la rueda cuando coja velocidad.
Usando el pulgar como se muestra, elimine el exceso de agua del cabezal de la rueda.
2 La parte inferior de la bola de arcilla debe ser perfectamente convexa para evitar que el aire quede atrapado al colocarla en la rueda.
Ahora, coloque la bola de arcilla en el centro de la rueda y luego dé unos golpecitos con la palma de la mano para fijarla en su sitio. Utilice las líneas concéntricas del cabezal de la rueda para colocar la bola lo más centrada posible.
3 Haga girar la rueda y alise la arcilla en la base de la bola con los dedos de la mano derecha. Utilice la mano izquierda para estabilizar la mano derecha, como se muestra, mientras hace esto.
Esta acción sellará la arcilla a la cabeza de la rueda.
Velocidad de la rueda
La rueda debe girar rápido hasta el centro, disminuyendo la velocidad después cuando abra y levante las paredes.
Posición del brazo y la mano
4 Apoye el brazo izquierdo en el lado de la olla. Esta mano controla el lado de la arcilla. Mantenga la espalda y los hombros rígidos, con los codos metidos en el cuerpo para apoyarse. Coloque la mano izquierda con los dedos apuntando hacia fuera de la arcilla, como se muestra, con el pulgar hacia abajo para contener la arcilla en la parte superior de la bola.
Si imagina una línea desde su codo a través de su brazo, debería continuar a través del centro de la arcilla si la posición de su mano es correcta.
5 Ahora, ponga la rueda a girar y gotee una pequeña cantidad de agua sobre la arcilla. Incline el peso de la parte superior de su cuerpo hacia abajo a través del brazo izquierdo y aplique presión con la mano sobre el lado de la arcilla para que ésta se eleve al girar.
6 La imagen muestra la posición correcta para la mano derecha. Apoye el antebrazo derecho en el plato y coloque el lado de la mano sobre la superficie de la bola para controlar la parte superior de la arcilla.
Ahora, con las dos manos en su sitio, aplique presión con el lado de la mano derecha sobre la parte superior de la arcilla mientras relaja suavemente la presión de la mano izquierda para que la arcilla baje.
Es este movimiento hacia arriba y hacia abajo y la presión alternada mientras la arcilla está girando lo que suavemente la lleva al centro. Es posible que tenga que repetir el proceso varias veces antes de conseguirlo.
7 Por último, nivele la parte superior de la arcilla con el lado de la mano derecha para prepararse para la siguiente fase del lanzamiento.
La arcilla está centrada cuando pasa suavemente por las manos sin que se tambalee.
Es de vital importancia que alejes las manos de la arcilla centrada con suavidad, porque es fácil que se descentre con movimientos bruscos.
Tendrás que practicar muchas veces antes de que el centrado se convierta en algo natural, pero descubrirás que de repente lo tienes, y no habrá vuelta atrás.