Una frustración que sin duda experimentan muchos propietarios de iPhone (o de cualquier dispositivo de Apple con auriculares) es una situación en la que su terminal permanece en modo auriculares, a pesar de no tenerlos conectados.
La solución a este problema puede ser bastante sencilla, aunque se recomienda tener una mano firme.
Síntomas
Si se produce esta situación, lo más probable es que te des cuenta rápidamente:
- Deslizas para desbloquear el iPhone y no se oye el sonido de «clic».
- Presionas los botones de volumen para subir o bajar el timbre y en su lugar aparece el ajuste de volumen de los auriculares.
- Inicias aplicaciones, juegos o vídeos que normalmente tienen sonido y no se oye nada.
- No puede escuchar su música a través de los altavoces incorporados.
¿Qué pasa?
Este problema generalmente ocurre cuando algo (probablemente una pelusa de bolsillo) se aloja en el conector de los auriculares. Puede parecer que el sistema operativo está actuando o que el altavoz está roto, pero no te asustes.
Con un simple clip puedes ahorrarte toneladas de frustración. Todo lo que tiene que hacer es doblar un extremo y, con mucho cuidado, sacar la pelusa del conector de los auriculares.
Debe asegurarse de no rayar ninguno de los puntos de contacto del conector ni el indicador de inmersión en líquido de la parte inferior del conector. Los residuos pueden alojarse allí con bastante fuerza (especialmente si utiliza mucho los auriculares), así que asegúrese de sacarlos todos.
Si su vista es bastante buena, por lo general podrá ver todo lo que hay en la toma de auriculares con un haz de luz natural constante o bajo una buena lámpara en el ángulo adecuado. Si no es así, utiliza una pequeña linterna para asegurarte de que lo ves todo.
Para probarlo, simplemente pulsa los botones de volumen (sin los auriculares conectados, por supuesto). El indicador de volumen en la pantalla debe estar cambiando los niveles de «timbre». Si sigue cambiando los niveles de los «auriculares», es posible que todavía haya residuos en el conector.
Y, mientras tienes el clip fuera, puedes raspar suavemente cualquier residuo que se haya acumulado en el puerto del conector del dock en la parte inferior de tu dispositivo. Esto asegurará las conexiones adecuadas para las transferencias de datos, los periféricos y la carga.
Si has probado todo lo anterior, o tienes dudas sobre la limpieza de tu dispositivo, llévalo a tu Apple Store más cercana (asegúrate de concertar una cita en el Genius Bar), a un consultor de Apple o a un técnico de AppleCare, y ellos podrán ponerlo en funcionamiento en un abrir y cerrar de ojos.
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