El hecho de que tenga la oportunidad de conocer a sus nuevos vecinos después de mudarse al barrio no hace que sea necesariamente más fácil hacerlo. Pero conocer a sus vecinos le ayudará a sentirse como en casa y a instalarse en su nuevo espacio.
Observación cuidadosa
Compruebe su vecindario. Fíjese en los que parecen tener niños, (juguetes en el frente, gritos fuertes desde el patio trasero y padres que intentan frenéticamente meter a personas pequeñas en una camioneta junto con equipos deportivos). Los que son mayores, los que parecen estar siempre en el jardín, o incluso los que sólo parecen salir por la noche. (Aunque son más difíciles de conocer, a menos que también seas un búho nocturno).
Si puedes encontrar algún interés común -los dos tenéis hijos, tu madre es anciana, o una amiga habla mucho de su jardín aunque no poseas un pulgar verde- esto hará que sea mucho más fácil acercarse a la persona.
La clave de la observación cuidadosa es no ser obvio al respecto ni actuar como un acosador. Algunas personas pueden sentirse un poco extrañas si parece que sabes demasiado sobre ellas.
Da un paseo
Una buena forma de conocer a tus nuevos vecinos es pasar tiempo al aire libre, en tu jardín o dando una vuelta a la manzana. Si tiene un porche, utilícelo. Te sorprenderá lo fácil que es conocer a la gente cuando se acercan a ti primero. Asegúrate de pasar tiempo al aire libre después de las horas de trabajo o los fines de semana.
Haz tu jugada
Todos tenemos vidas muy ocupadas, así que asegúrate de acercarte a tu vecino sólo cuando te parezca que puede ser un buen momento. Evita las cenas, los desayunos y las mañanas tempranas (a menos que ya estén levantados y fuera) y cuando estén subiendo a su coche. Normalmente, si alguien está saliendo o llegando a casa, tiene una agenda y un plan y no necesariamente aprecia la interrupción.
Qué decir
Si vuelves a lo que has notado de tu vecino puedes empezar por ahí. Así que si ve a su vecina subiendo a su furgoneta con dos niñas a cuestas, una con un guante de béisbol y la otra con un tutú, entonces podría acercarse a su vecina y preguntarle sobre el softball comunitario para su hijo o dónde podría tomar clases de ballet. Sólo recuerde que su vecino podría estar apurado, así que deje su número o pídale que se pase por allí en algún momento.
¿Y si no tienen nada en común?
No hay problema. No hay absolutamente nada de malo en acercarse a la puerta principal y presentarse o invitarles a una pequeña reunión. Hazles saber que te acabas de mudar y de dónde te has mudado. Si aún así te sientes incómodo, pregunta por la recogida de basura o los centros de reciclaje del barrio. Recuerda que, aunque creas que no tenéis nada en común, sí lo tenéis: vivís en la misma calle, en el mismo barrio. Eso es suficiente para iniciar cualquier conversación.
Organice una reunión
Aunque puede ser lo último que quiera hacer mientras todavía está deshaciendo las maletas, organizar una reunión informal es una gran manera de conocer a sus vecinos al mismo tiempo. Si hace buen tiempo, organízala al aire libre. Pide a la gente que traiga aperitivos, bebidas, sillas o las tres cosas. Todo el mundo sabe que te acabas de mudar y que no esperas mucho, además querrán ayudar.
Sé amable, pero no invasivo
Intenta siempre que la charla sea breve, a no ser que progrese de forma natural, y permite que el vecino haga un movimiento para una visita prolongada. Si están interesados, lo dirán o incluso te invitarán a pasar. Déjalo en sus manos.