¡Ah, ese molesto acento extranjero!
Como saben muchos expatriados y visitantes en París, es descorazonador hablar su mejor francés a un nativo francés y sólo recibir una mirada de confusión – o dolor – a cambio.
Queremos decir dos cosas sobre esto. En primer lugar, tener un acento es natural. A menos que hayas aprendido a hablar francés de niño, lo más probable es que lo hables con algún rastro de tu lengua materna. Así que no te avergüences de tu acento ni dejes que te impida hablar francés con nativos.
Segundo, puedes minimizar el acento de tu lengua materna y hablar más como un nativo francés con la práctica. No necesariamente hablarás de forma impecable, pero no tienes que hacerlo. Lo más importante es hablar con un acento lo suficientemente limpio como para que los nativos te entiendan sin esfuerzo. Esto es lo que debe hacer:
1. Ser consciente de cómo se mueven los labios y la lengua al hablar en francés
Al hablar en francés, la fuerza de la costumbre hará que tu lengua y tu boca intenten moverse como lo hacen al hablar en inglés, haciendo que tu acento nativo se cuele donde no se quiere. Para desarrollar un acento más limpio, vas a tener que entrenar tu boca y tu lengua para que se muevan de forma diferente.
Prepárate para mover la lengua mucho menos de lo que lo harías en inglés. ¿Por qué? Por una razón, la lengua inglesa es rica en diptongos: es el sonido que se forma cuando dos sonidos vocálicos son adyacentes entre sí (house, round, owl, etc). Para producir estos sonidos, la boca y la lengua comienzan con el primer sonido vocálico y pasan al segundo, lo que requiere un movimiento. En cambio, en francés las vocales son puras: no hay diptongos ni sonidos largos. Como resultado, el sonido es más corto y no hay necesidad de un movimiento abundante de la lengua.
Para ayudar a inhibir el movimiento de la lengua al hablar francés, ponga la punta de la lengua contra los dientes frontales inferiores. A continuación, deje que los labios, la mandíbula y, a veces, la nariz hagan el trabajo. Dependiendo de las letras que estés formando, tus labios se fruncen (para formar la mayoría de los sonidos de la «e»), se estiran hasta casi sonreír (para pronunciar los sonidos de la «i»), se redondean (para formar el sonido de la «u» y algunos sonidos de la «o»), incluso mientras tu lengua permanece cerca de tus dientes frontales inferiores. Mírate en el espejo mientras hablas para asegurarte de que los movimientos de tu boca son precisos.
2. Practica el francés en grupos de sonidos
Cuando aprenden a leer en francés, los escolares de aquí tienen un cahier de sons (cuaderno de sonidos), que les enseña a relacionar las letras escritas con el sonido hablado, ¡algo nada evidente en la lengua francesa! Puedes practicar para mejorar tu acento francés de la misma manera: dominando los sonidos individuales por grupos.
Por ejemplo, durante una semana, puedes centrarte en decir palabras que contengan las letras «ou» (pronunciadas «oo» o como el sonido de «sopa»). Durante esta semana, practicarás palabras como rouge, vous, pour, fou, bijoux, etc. hasta que puedas producir el sonido «ou» de forma natural. Después, pase a otro grupo de sonidos.
En particular, puede concentrarse en los sonidos franceses que no existen en español, como:
– eu (veulent, feu, peu) – No pronuncie la «u» sino sólo el sonido «e»
– u (jus, nu, dessus) – similar al sonido «ew» en español. Dígalo con los labios redondeados.
– r (roux, rue, répéter) – se pronuncia desde el fondo de la garganta con un mínimo movimiento de la punta de la lengua.
3. Lea en voz alta en francés
Elija un texto interesante en francés y léalo en voz alta para usted mismo lentamente, tomándose el tiempo de producir conscientemente cada palabra. Esto le obligará a pensar en cada palabra que pronuncia y es un gran entrenamiento para su lengua y su boca. Además, le ayudará a asimilar la gramática francesa, la estructura de las frases y la fluidez. También deberías grabarte mientras lees para escuchar tu propio discurso y trabajar en los sonidos que te dan problemas en particular.
4. Escucha el francés hablado
Para dominar un acento, naturalmente debes saber cómo suena el acento correcto. No olvides dedicar un tiempo regular a escuchar francés, ya sea a través de grabaciones de audio o viendo programas de televisión, películas y, sobre todo, canciones francesas. Cuando escuches, anota las frases y palabras que te gustaría aprender para poder practicarlas en voz alta.
5. Habla con un nativo francés
Naturalmente, charlar con un amigo o profesor de francés es una forma ideal de perfeccionar tu acento francés. Pídeles específicamente que corrijan tu acento y observa el movimiento de sus bocas mientras hablan. (Puede que quieras avisarles de que vas a hacer esto para que no se queden sorprendidos por tu mirada).
6. Practica los trabalenguas
Podrías decir que la pronunciación del francés ya es lo suficientemente complicada como para intentar decir una maraña de palabras que son incluso difíciles para los hablantes nativos de francés. Pero los trabalenguas («virelangues») son una forma fantástica de ponerse a prueba y descubrir patrones de pronunciación. Y además son divertidos. Practica diciéndolos lentamente y, a medida que te vayas familiarizando con los sonidos, aumenta la velocidad. Aquí tienes cinco de nuestros virelangues favoritos:
Dans ta tente ta tante t’attend.
(En tu tienda, tu tía te está esperando)
Les chaussettes de l’archiduchesse, sont-elles sèches ? Archi-sèches!
(¿Los calcetines de la archiduquesa están secos? ¡Extra secos!)
Ces cerises sont si sûres qu’on ne sait pas si c’en sont.
(Las cerezas son tan agrias que uno no sabe si lo son )
Pauvre petit pêcheur, prend patience pour pouvoir prendre plusieurs petits poissons.¡
(Pobrecito pescador, ten paciencia para poder pescar varios pececillos)
¡Chouette chaussures!
(¡Lindos zapatos!)
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