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Todos queremos ser felices. Pero muchas veces pensamos que la felicidad es algo que simplemente ocurre o no; de la cual no tenemos control. Es fácil conectar la idea de felicidad con la situación en la que nos encontramos. Es posible que nos digamos a nosotros mismos, «Si las cosas fueran diferentes, sería feliz».
Pero esa no es la manera en la que la felicidad ocurre. Los estudios de investigación indican que solamente una pequeña parte de la felicidad (aproximadamente un 10%) depende de la situación en la que se encuentra una persona. Entonces, ¿de dónde proviene la mayor parte de nuestra felicidad?
¿Se nace feliz?
En parte, la felicidad depende de la personalidad. Algunas personas son felices por naturaleza. Todos hemos conocido a alguna persona que es alegre y optimista la mayor parte del tiempo. Tener este tipo de personalidad hace más fácil ser feliz.
Entonces, ¿qué sucede con las personas que, por el contrario, han nacido con una tendencia a ser más bien malhumoradas? Es posible que estas personas vean lo malo en la gente y las situaciones en vez de lo bueno. Posiblemente estas personas sean más tristes que alegres, pero si desean ser más felices (¿quién no quisiera?), es posible serlo.
La decisión de ser feliz o no depende de nosotros
Los investigadores han demostrado que más de la mitad de la felicidad depende de cosas que están bajo nuestro control. Esto es una noticia fabulosa ya que significa que todos podemos ser felices.
Una parte importante de qué tan felices somos depende de nuestra actitud, de los hábitos que tengamos y de la manera en la que vivimos cada día. Al saber cuáles son los ingredientes fundamentales de la felicidad, podremos usarlos para ser felices.
¿Por qué es tan importante la felicidad?
La felicidad es más que un sentimiento hermoso o un dibujo de una cara sonriente. Es el sentimiento que indica que realmente estás disfrutando de la vida y que deseas aprovechar esta vida al máximo. La felicidad es el «condimento secreto» que nos puede ayudar a desarrollarnos plenamente.
Los investigadores llegaron a la siguiente conclusión al estudiar a la gente que es feliz:
- Las personas que son felices son más exitosas.
- Las personas que son felices son más capaces de lograr sus metas.
- Las personas que son felices tienen mejor salud.
- Las personas que son felices viven más años.
- Las personas que son felices se relacionan mejor con otras personas.
- Las personas que son felices aprenden mejor.
Los ingredientes de una vida feliz
La felicidad es tan importante en nuestras vidas que existe un campo de investigación llamado psicología positiva. Los expertos en este campo indican que hay ciertas cosas que hacen a las personas felices:
Emociones positivas
Alegría. Gratitud. Amor. Asombro. Placer. Jocosidad. Humor. Inspiración. Compasión. Esperanza. Creatividad. Interés. Entusiasmo. Gozo. Calma. A todos nos gustaría tener estos sentimientos.
Además de hacernos sentir bien, las emociones positivas son buenas para nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Reducen la cantidad de hormonas que producen estrés, ayudan a mejorar la ansiedad y la depresión y refuerzan el sistema inmunológico.
Sentir todos los días emociones positivas tiene un efecto importante en nuestra felicidad y bienestar. Por eso es tan importante que hagamos cosas que nos brinden estas emociones positivas. Hasta el simple acto de dar un paseo o jugar con un niño o con una mascota puede darnos emociones positivas.
Saber cómo controlar nuestras emociones negativas es la clave de la felicidad. Hay emociones que son difíciles, pero son parte natural de la vida.
Fortalezas e intereses
Nuestras fortalezas son las cosas que hacemos bien y que nos gusta hacer. Todos tenemos fortalezas, aún si todavía no las hemos descubierto.
Ejemplos de fortalezas son los siguientes:
- las cosas en las que estamos interesados —por ejemplo, la música, el arte, la ciencia, construir cosas, cocinar, leer
- cualquier capacidad que tengamos —como pintar, tocar un instrumento, o hacer un deporte
- nuestras cualidades —ser buena persona, tener buen humor o ser líder
La felicidad aumenta cuando descubrimos una fortaleza y la practicamos. Cuanto más practicamos una fortaleza, más la mejoramos.
Cuando hay algo que hacemos muy bien y disfrutamos, podemos perdernos dentro del mundo que rodea a esta actividad; nos dejamos llevar. Al dejarnos llevar, aumenta nuestra felicidad. Saber encontrar maneras de usar nuestras fortalezas todos los días es la clave para nuestra felicidad.
Buenas relaciones
Las personas que forman parte de nuestra vida son importantes. Tener buenas relaciones con estas personas es una de las mejores maneras de disfrutar nuestra felicidad, nuestra salud y nuestro bienestar.
Desarrollar ciertas aptitudes emocionales puede ayudarnos a formar y mantener relaciones. Cuando somos capaces de apoyar a las personas que forman parte de nuestras vidas —y cuando estas personas nos apoyan a nosotros— somos más fuertes, capaces y exitosos.
Las siguientes son algunas de las aptitudes que nos ayudan a tener buenas relaciones:
- aprender a comprender y expresar nuestras emociones
- tener empatía para poder comprender cómo se siente la otra persona
- ser bondadoso
- mostrar gratitud
- actuar con certeza para expresar o decir lo que se desea o necesita
La búsqueda del propósito de la vida
Nuestras vidas están llenas de actividades y responsabilidades diarias. Muchos de nosotros hacemos varias tareas al mismo tiempo, para estar al día o adelantar trabajo, pensando siempre en el próximo lugar donde tenemos que estar. Pero al darnos más tiempo para prestar atención en los que estamos haciendo y en por qué lo estamos haciendo, puede ayudarnos a ser más felices.
Presta atención a las consecuencias de tus acciones. Nota las maneras (pequeñas o grandes) en la que puedes crear un impacto positivo. Vive tu vida siguiendo los valores que crees importantes. Dedica un tiempo para pensar qué cosas consideras importantes (como ayudar a otros o proteger el planeta).
¿De qué manera deseas mejorar el mundo? Trata de identificar las cosas que puedes hacer cada día que te encaminen hacia esa dirección. Hacer esto le dará más sentido a la vida y aumentará tu felicidad.
Los logros
Cuando nuestra vida cuenta con emociones positivas, buenas relaciones, fortalezas que ponemos en práctica y un propósito, estamos listos para lograr cosas.
Establecer y lograr metas nos permite poner nuestra energía en lugares específicos. Nos deja ver de qué manera generamos un impacto positivo.
Pon esfuerzo en las cosas que crees que son importante. Pon todo el esfuerzo posible en cada cosa que intentes hacer, sin la necesidad de ser perfecto. Si algo que intentas hacer no resulta bien, mantente optimista e inténtalo nuevamente. Ten confianza en ti mismo y no abandones tus sueños.
Establece metas y pasos razonables para lograr tus metas. Haz que tu éxito sea aún más espectacular; disfrútalo con las personas que amas.
Sé más feliz
Sabes que puedes aprender a ser más feliz controlando tu actitud, tranquilizando tu mente, teniendo más confianza en ti mismo, usando tus fortalezas, fortaleciendo tu autoestima, haciendo cosas de las que disfrutas y estableciendo buenas relaciones. ¡Son muchas cosas en las que debes pensar! No puedes hacerlas todas al mismo tiempo. Debes comenzar de a poco seleccionando una en la que te concentrarás.
La mejor manera de lograr tus metas es comenzando con algo pequeño y específico. Después de hacer esto por un tiempo, se convierte en un hábito —cosas que hacemos todos los días sin pensar mucho en ellas. Ese es el momento donde puedes comenzar a trabajar en un nuevo hábito. ¡El logro de metas pequeñas y definidas te lleva a lograr la felicidad!