Resumen
No hay duda: El cáncer da miedo. Pero a veces el miedo al cáncer es suficiente para causar a alguien una angustia significativa. Una doctora comparte sus consejos para manejar la ansiedad relacionada con el cáncer.
En los últimos años se han producido muchos avances en el campo del cáncer y, en general, las personas que lo padecen viven hoy más tiempo que nunca. A pesar de ello, es comprensible que el cáncer siga invocando el miedo en la gente. Deborah Korenstein, Jefa del Servicio de Medicina General del Memorial Sloan Kettering, lo entiende bien. Ella atiende regularmente a personas preocupadas por si sus síntomas son señales de advertencia de cáncer. La Dra. Korenstein comparte algunas sugerencias para acabar con estos temores.
Encuentre un médico con el que pueda contar.
La confianza está en el centro de todas las relaciones, y la de su médico no es diferente. «Lo más importante es tener un médico que pueda tranquilizarte cuando algo no es nada e investigar cuando no lo es», dice el doctor Korenstein. Si no congenia bien con su médico, no pasa nada: siga adelante y busque a alguien que encaje mejor.
Acepte que quizá no necesite una prueba.
Al igual que usted, su médico no quiere pasar por alto nada importante durante su cita. «Cuando los médicos evaluamos un nuevo problema, muchas veces nos aseguramos de que no sea algo realmente malo», dice la Dra. Korenstein. Añade que algunos médicos podrían hacer un mejor trabajo a la hora de comunicar los fundamentos de sus recomendaciones. Por ejemplo, si un médico decide no pedir un análisis de sangre u otra prueba, el paciente puede pensar que no ha sido evaluado a fondo. Pero los médicos le evalúan en cuanto le saludan, comprobando cosas como su forma de hablar, el aspecto de sus ojos y otros indicios de su salud general. «La evaluación comienza en el momento en que el médico entra en la habitación», dice. Si le preocupa algo en particular, compártalo con su médico. Lo más probable es que pueda tranquilizarte basándose en tus síntomas. «Si su médico sabe por qué está preocupado, es mucho más fácil que se comunique con usted», añade el Dr. Korenstein.
Utilice Internet con prudencia.
Usar el «Dr. Google» para saber más sobre los síntomas es un arma de doble filo, dice el Dr. Korenstein. Por un lado, es muy útil cuando las personas ya saben que tienen una determinada enfermedad, como la diabetes. Internet puede ayudarles a saber más y a preparar preguntas para su médico. Pero el desplazamiento también puede hacer que la gente caiga en picado si aún no ha acudido al médico por sus síntomas. Las búsquedas en Internet no pueden sustituir a una visita en persona porque falta mucho contexto, dice el Dr. Korenstein. «Hay mucha histeria en Internet, y es realmente difícil separar la buena información», añade. Si te sientes tentado a buscar el significado de tus síntomas en Internet, canaliza esa energía para hacer otra cosa. Adentrarse en la madriguera de las búsquedas en Internet sólo alimenta la ansiedad.
Sea proactivo cuando pueda.
«Hay muchos factores de riesgo de cáncer que están bajo el control de la persona», dice el Dr. Korenstein. Ya lo ha oído antes, pero vale la pena repetirlo: Coma bien, haga ejercicio, no beba demasiado alcohol y no fume. Si estás en la edad recomendada para cualquier revisión, aprovéchala, ya que el cáncer suele ser más fácil de tratar cuando se detecta a tiempo. Si haces eso, estás haciendo prácticamente todo lo que puedes, dice el Dr. Korenstein. «Presta atención, pero no te obsesiones con ello», dice. «Tienes que vivir tu vida».