Si das un paseo por el bosque a la luz de la luna, puede que veas pequeños hongos verdes que brillan iluminando tu camino cerca de las bases de los árboles y en la maleza. Hay unas 80 especies de hongos bioluminiscentes repartidas por todo el mundo, y un estudio de 2015 indica que probablemente brillan en la oscuridad para atraer a los insectos que esparcen esporas.
Pero cómo lo hacen no ha quedado claro, y un nuevo estudio publicado el miércoles en la revista Science Advances indica que, cuando se trata de iluminar la noche, los hongos brillantes recurren a los mismos trucos que las luciérnagas y los peces pescadores, animales que habitan en un dominio taxonómico completamente diferente.
La bioluminiscencia está por todas partes en la naturaleza – las especies de fitoplancton, perturbadas por las hélices, que brillan en la estela de los barcos que pasan por el mar es un ejemplo común, pero sólo uno de los muchos. Peces, calamares, bacterias, gusanos, luciérnagas y un sinfín de otros animales producen su propia luz, y las razones por las que lo hacen -desde la defensa hasta la atracción de la pareja- son igual de variadas.
Ahora, mediante un análisis químico, un equipo internacional de investigadores ha aislado una cadena de reacciones químicas que cree que hace brillar a estos hongos. El brillo es el resultado de una interacción entre un compuesto llamado luciferina y la enzima luciferasa en presencia de oxígeno, dicen.
Examinaron los hongos con una serie de técnicas, como la espectrometría de masas y la cromatografía, y dicen que la luz se produce cuando el producto de esta reacción, la oxiluciferina, libera una molécula de oxígeno y vuelve a su estado básico, emitiendo así energía en forma de luz.
Publicaron sus hallazgos el miércoles en la revista Science Advances.
Aunque los hongos aparecen normalmente de color verde, los investigadores pudieron producir diferentes colores haciendo reaccionar diferentes compuestos con la luciferasa. La construcción de una imagen completa de cómo las cosas brillan naturalmente en la oscuridad puede ayudar a los investigadores de genética, que utilizan los genes que codifican la bioluminiscencia en su investigación.