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Las vacaciones de invierno de una de mis pacientes se vieron interrumpidas la semana pasada cuando su dueña se dio cuenta de que chocaba con los muebles y se mostraba reacia a saltar dentro y fuera de la cama. Un rápido viaje al Centro Médico para Animales y las consultas con especialistas en medicina interna, neurología y oftalmología determinaron que esta simpática carlina, llamada Amanda, estaba ciega y sufría el síndrome de degeneración súbita adquirida de la retina o SARDS.

No confundir el SARDS con el SARS

El síndrome de degeneración súbita adquirida se describió por primera vez en perros a mediados de la década de 1980. El acrónimo SARDS es muy similar al SARS, que fue una enfermedad respiratoria altamente contagiosa originada en China en 2002 y que causó cientos de muertes en todo el mundo. El SARDS no es contagioso, no es mortal y no causa signos respiratorios, pero los perros con SARDS tienen signos clínicos más allá de la ceguera aguda.

Hambrienta, sedienta y luego ciega

Antes de la pérdida de visión, la dueña de Amanda notó que comía más, bebía más y orinaba más. Amanda había ganado un kilo y medio en 6 meses. Dado que la causa del SARDS sigue siendo esquiva, se desconoce la fisiología que subyace al aumento de la sed y el apetito, pero dos tercios de los perros diagnosticados con SARDS presentan estos signos clínicos. Un mes antes de la pérdida de visión, Amanda había sido tratada por el enrojecimiento de sus ojos, otro hallazgo común en los perros con SARDS.

Un caso de libro de texto

Amanda era casi un caso de libro de texto de SARDS. Además de comer y beber más, es una pug. Los carlinos, los perros salchicha, los schnauzers miniatura, los cocker spaniels y los perros malteses tienen un mayor riesgo de desarrollar SARDS. Las elevaciones en las pruebas hepáticas son comunes en los perros con SARDS y Amanda tiene no una, sino dos pruebas hepáticas diferentes que estaban por encima del rango normal.

Electrorentinograma

En los perros con SARDS, la retina (o el revestimiento del ojo que percibe la luz) deja de funcionar pero sigue pareciendo normal cuando un veterinario mira la parte posterior del ojo utilizando un oftalmoscopio. El electrorretinograma es la prueba que se utiliza para diagnosticar el SARDS. El electrorretinograma proyecta luces brillantes directamente sobre la retina y mide la actividad eléctrica del cerebro en respuesta a las luces parpadeantes. Los perros con SARDS no muestran actividad eléctrica cerebral en respuesta a los destellos de luz.

Vivir con un perro ciego

Ver cómo su perro repentinamente ciego aprende a navegar por el mundo sin visión puede ser desgarrador. En realidad, mientras no cambies los muebles de sitio, aprenderá rápidamente a desenvolverse y tendrá una excelente calidad de vida. Hay una serie de recursos que le ayudarán a proporcionar un entorno seguro y estimulante a su perro sin visión. Aquí hay enlaces a algunos de ellos.

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Etiquetas: perros, oftalmología, SARDS, Degeneración súbita adquirida de la retina,

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