La función de la fisioterapia
La función de la fisioterapia es ayudar a recuperar y restaurar el movimiento cómodo y sin dolor y la salud general que una persona experimentaba antes de una lesión, enfermedad o discapacidad.
Para lograrlo, el fisioterapeuta diseñará y supervisará un programa planificado utilizando un enfoque holístico. El objetivo es restablecer la salud física, la calidad de vida y el bienestar general del paciente, a la vez que se minimiza el riesgo de lesiones o enfermedades en el futuro.
La fisioterapia puede ser útil para personas de todas las edades, con una amplia gama de condiciones de salud. El papel del médico de atención primaria y de los miembros de la familia o de los cuidadores, siempre se incluirá en el plan, siempre que sea apropiado o necesario.
Un enfoque conservador para el manejo de los problemas
En muchos casos, el paciente habrá acudido a un médico en busca de alivio del dolor físico. Pueden estar experimentando un persistente dolor de espalda, de hombro o de rodilla que está afectando a su calidad de vida. Dado que la fisioterapia es el enfoque más conservador y menos intrusivo para tratar los problemas de salud, los médicos suelen remitir a los pacientes a un fisioterapeuta como primer recurso. Muchos médicos informan de que una vez que los pacientes entienden y aceptan los beneficios del programa, responden rápida y positivamente, con excelentes resultados
Alivio del dolor: el primer y más obvio beneficio.
La fisioterapia puede aliviar con éxito la mayoría de las afecciones musculoesqueléticas dolorosas. El dolor crónico puede ser una de las afecciones más frustrantes, especialmente si se desconoce la causa subyacente. Sin embargo, las técnicas de fisioterapia y los ejercicios terapéuticos pueden ayudar a movilizar las articulaciones y los tejidos blandos del paciente y restablecer la función muscular, reduciendo los dolores o eliminándolos por completo. Siempre que los pacientes continúen realizando los ejercicios físicos prescritos con regularidad, se puede evitar que el dolor vuelva a aparecer.
Un corolario importante: evitar la necesidad de cirugía
Varios estudios han demostrado que la fisioterapia puede ser a menudo tan eficaz como la cirugía para aliviar el dolor. Un ejemplo es el caso de las afecciones de la zona lumbar, muchas de las cuales han demostrado responder muy favorablemente a la fisioterapia no invasiva.
Siempre que el enfoque más conservador sea apropiado, es obvio que el beneficio para el paciente es explorar primero esa vía. Con el tratamiento adecuado, el cuerpo a menudo puede curarse a sí mismo sin necesidad de cirugía.
Recuperación después de la cirugía
Cuando la cirugía es obviamente la única opción, como por ejemplo, en la reparación de una fractura de cadera, el paciente comenzará con un régimen de ejercicios adecuadamente planificado tan pronto como sea posible después de la cirugía. El papel del fisioterapeuta pasa entonces a ser primordial para guiar el proceso de curación.
Cuando se requiere una intervención quirúrgica, también puede resultar beneficiosa la fisioterapia previa a la cirugía. Como fortalece al paciente, permite una recuperación más rápida después de la cirugía.
Mejorar la movilidad general
En todas las etapas de la vida, la movilidad puede convertirse en un problema. Puede deberse a un pequeño accidente, al envejecimiento, a lesiones deportivas o al estilo de vida sedentario que llevan muchas personas. Incluso en casos avanzados o crónicos, y a todas las edades, la fisioterapia puede ser muy ventajosa para mejorar los problemas para caminar o moverse. Los clásicos ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden restablecer el movimiento en gran medida y volver a permitir la calidad de vida que la persona experimentaba antes.
Otros problemas de salud
La recuperación de enfermedades graves, como un ataque de apoplejía o un infarto de miocardio, a menudo puede verse favorecida en gran medida por un programa de fisioterapia diseñado para ayudar a recuperar las partes debilitadas del cuerpo.
Los ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento del cuerpo también son muy útiles para controlar los niveles de azúcar en sangre.
La artritis y la osteoporosis, que pueden desarrollarse con la edad, pueden afectar a las articulaciones y a la movilidad. Los efectos de estas afecciones pueden reducirse y controlarse en gran medida mediante ejercicios de estiramiento adecuadamente diseñados.
Fisioterapia con niños
Tal vez sea un error común pensar que la fisioterapia se limita en gran medida a las afecciones de los adultos. De hecho, también desempeña un papel muy importante en el tratamiento de los niños que tienen problemas de habilidad motora. A menudo, éstos pueden provocar problemas de comportamiento e incidir en el desarrollo cognitivo general del niño.
La fisioterapia puede ayudar a los niños a mejorar las habilidades motoras finas que pueden estar deterioradas por causas neurológicas, como la parálisis cerebral, y es muy eficaz cuando ayuda a recuperarse de una intervención quirúrgica.
Estilos de vida modernos y obesidad en los niños
Dado que los estilos de vida sedentarios modernos hacen que los niños sean mucho menos activos de lo que era habitual hace unas décadas, se está prestando mucha atención a cómo resolver este problema. Al pasar horas jugando con sus teléfonos y equipos informáticos, o enviando mensajes de texto a sus amigos, la necesidad de reintroducir el ejercicio adecuado se ha convertido en algo primordial. La obesidad y los males relacionados con ella están afectando a los niños en un grado inédito, y el fisioterapeuta puede desempeñar un poderoso papel ayudando a diseñar programas para combatirla.
Qué nos depara el futuro
En todo el espectro de edades, la necesidad de promover la forma física y la movilidad es uno de los problemas de salud más importantes a los que se enfrenta la sociedad actual. El objetivo de la fisioterapia es resolver el mayor número posible de problemas relacionados con la salud, y la labor del fisioterapeuta desempeñará sin duda un papel cada vez más importante en el futuro.