Los cálculos renales son una enfermedad común. Los hombres tienen un 13 por ciento de riesgo y las mujeres un 7 por ciento de riesgo de desarrollar cálculos renales en su vida. Una persona con antecedentes de cálculos renales tiene un 50 por ciento de riesgo de recurrencia en los primeros cinco años y un 80 por ciento de recurrencia a los 10 años.
Los factores de riesgo para los cálculos renales incluyen:
- Ingesta inadecuada de líquidos
- Dietas ricas en proteínas, sodio y alimentos ricos en oxalato, como las verduras de color verde oscuro
- Obesidad
- Ciertos medicamentos
- Antecedentes familiares de cálculos renales
- Infecciones urinarias recurrentes
- Enfermedades como la enfermedad de Crohn, hiperparatiroidismo, o gota
Algunos creen que beber leche puede aumentar el riesgo de cálculos renales. Sin embargo, es un mero mito y no tiene ninguna base científica. Se cree que el calcio de la leche puede acumularse y provocar la formación de cálculos en los riñones. Sin embargo, la realidad es que la leche puede en realidad proteger los riñones.
La leche y los cálculos renales: La verdad
En un estudio, las personas con antecedentes de cálculos renales renunciaron a la leche y a los productos lácteos creyendo que la leche provoca la formación de riñones. Sin embargo, incluso después de dejar la leche, sus niveles de calcio en la orina no disminuyeron, lo que implica que el consumo de leche no está relacionado con los cálculos renales.
Aunque los suplementos de calcio pueden suponer un riesgo de desarrollar cálculos renales, los suplementos dietéticos de calcio son siempre protectores para los riñones.
Beneficios de la leche
Algunas frutas, verduras y cereales que consumimos contienen oxalatos, que aumentan el riesgo de cálculos renales. Los cálculos de oxalato también se forman debido a una alta dosis de suplementos de vitamina C. En este caso, el calcio de la leche ayuda a limitar la absorción de los oxalatos al unirse a ellos. Dado que el organismo excreta cierta cantidad de calcio junto con el oxalato, se recomienda consumir leche entre las comidas para compensar la pérdida de calcio en la dieta.
Existen pruebas fehacientes que indican que el consumo de productos lácteos y otros tipos de calcio en la dieta no aumenta el riesgo de cálculos renales. De hecho, se recomiendan para reducir el riesgo de formación de cálculos renales. Muchos estudios han demostrado que un consumo elevado de calcio en la dieta se asocia a un menor riesgo de formación de cálculos renales.
Los niveles de oxalato en la orina son un indicador más potente que los niveles de calcio en la orina. Si el calcio de la dieta disminuye, los intestinos absorben más oxalato, lo que conduce a niveles elevados de oxalato en la orina, aumentando así el riesgo de cálculos renales.
Mensaje para llevar a casa
La leche es un producto lácteo con muchas propiedades beneficiosas. Hay factores de riesgo que pueden modificarse y controlarse para reducir el riesgo de cálculos renales; reducir la ingesta de leche y sus productos puede privarnos de los numerosos beneficios para la salud.