ANTH206 Antropología Cultural

Evolucionismo del siglo XIX (Evolución Unilineal)

La teoría del Evolucionismo del siglo XIX afirma que las sociedades se desarrollan según un orden universal de evolución cultural. Los teóricos identificaron las etapas evolutivas universales y clasificaron las diferentes sociedades como salvajes, bárbaras y civilizadas. Los evolucionistas del siglo XIX recogían datos de misioneros y comerciantes y ellos mismos rara vez iban a las sociedades que analizaban. Organizaron estos datos de segunda mano y aplicaron la teoría general a todas las sociedades. Como las sociedades occidentales tenían la tecnología más avanzada, colocaron a esas sociedades en el rango más alto de la civilización.

Los evolucionistas del siglo XIX tenían dos supuestos principales que forman la teoría. Uno era la unidad psíquica, un concepto que sugiere que las mentes humanas comparten características similares en todo el mundo. Esto significa que todas las personas y sus sociedades pasarán por el mismo proceso de desarrollo. Otro supuesto subyacente era que las sociedades occidentales son superiores a otras sociedades del mundo. Esta suposición se basaba en el hecho de que las sociedades occidentales eran dominantes por su poder militar y económico frente a las sociedades tecnológicamente simples.

Los evolucionistas del siglo XIX contribuyeron a la antropología proporcionando los primeros métodos sistemáticos para pensar y explicar las sociedades humanas. Su teoría evolutiva es perspicaz con respecto al aspecto tecnológico de las sociedades. Hay una progresión lógica desde el uso de herramientas simples hasta el desarrollo de tecnología compleja. En este sentido, las sociedades complejas son más «avanzadas» que las simples. Sin embargo, este juicio no se aplica necesariamente a otros aspectos de las sociedades, como los sistemas de parentesco, las religiones y las costumbres de crianza.

Los antropólogos contemporáneos consideran que el evolucionismo decimonónico es demasiado simplista para explicar el desarrollo de diversas sociedades. En general, los evolucionistas del siglo XIX se basaron en visiones racistas del desarrollo humano que eran populares en aquella época. Por ejemplo, tanto Lewis Henry Morgan como Edward Burnett Tylor creían que las personas de las distintas sociedades tenían diferentes niveles de inteligencia, lo que daba lugar a diferencias sociales. Esta visión de la inteligencia ya no es válida en la ciencia contemporánea. El evolucionismo del siglo XIX fue fuertemente atacado por los particularistas históricos por ser especulativo y etnocéntrico a principios del siglo XX. Al mismo tiempo, sus planteamientos materialistas y sus puntos de vista transculturales influyeron en la antropología marxista y en los neoevolucionistas.

Edward Burnett Tylor (1832-1917, Gran Bretaña)

El fundador de la antropología cultural fue el científico inglés Edward Burnett Tylor. Adaptó la teoría de la evolución biológica de Charles Darwin al estudio de las sociedades humanas. La propia teoría de Tylor afirmaba que existe un desarrollo progresivo de las culturas humanas desde las más primitivas hasta las etapas más altas de la civilización. Creía que las sociedades evolucionan de forma muy parecida a los organismos biológicos. Al desarrollar el concepto de «supervivencias», observó que las costumbres y creencias antiguas a menudo sobreviven en las culturas modernas, aunque algo transformadas.

Lewis Henry Morgan (1818-1881, Estados Unidos)

Lewis Henry Morgan es un evolucionista unilateral que afirmaba que las sociedades se desarrollan según un orden universal de evolución cultural. Morgan creía en una jerarquía de desarrollo evolutivo del «salvajismo» a la «barbarie» y a la «civilización». Según Morgan, la distinción crucial entre la sociedad civilizada y las sociedades anteriores es la propiedad privada. Describió las sociedades «salvajes» como comunistas, en contraste con las sociedades «civilizadas», que se basan en la propiedad privada.

Aunque la teoría de Morgan ha sido criticada por ser especulativa y etnocéntrica, su teoría evolutiva influyó en el desarrollo de la antropología. En primer lugar, Morgan destacó la importancia del estudio de los sistemas de parentesco para comprender las organizaciones sociales. En segundo lugar, Morgan llevó a cabo una investigación transcultural que pretendía ser sistemática y a gran escala. Por último, Morgan organizó los datos antropológicos y formuló la teoría evolutiva en lugar de limitarse a recoger datos culturales.

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