Ahura Mazdā, (avestán: «Señor Sabio») también deletreado Ormizd u Ormazd, dios supremo en la antigua religión iraní, especialmente en el zoroastrismo, el sistema religioso del profeta iraní Zaratustra (c. siglo VI a.C.; nombre griego Zoroastro). Ahura Mazdā fue adorado por el rey persa Darío I (reinó 522-486 a.C.) y sus sucesores como el más grande de todos los dioses y protector del rey justo.
Según Zaratustra, Ahura Mazdā creó el universo y el orden cósmico que mantiene. Creó los espíritus gemelos Spenta Mainyu y Angra Mainyu (Ahriman) -el primero benéfico, eligiendo la verdad, la luz y la vida; y el segundo destructivo, eligiendo el engaño, la oscuridad y la muerte. La lucha de los espíritus entre sí constituye la historia del mundo y se refleja en la elección entre el bien y el mal a la que se enfrenta constantemente la humanidad.
En el zoroastrismo, tal como se refleja en el Avesta, Ahura Mazdā se identifica con Spenta Mainyu y se opone directamente a Angra Mainyu. Ahura Mazdā es omnisciente, generoso, no engaña y es el creador de todo lo bueno. Los espíritus benéficos y malignos se conciben como seres coetáneos que se limitan mutuamente, el uno por encima y el otro por debajo, con el mundo en medio como su campo de batalla. En las fuentes tardías (siglo III d.C. en adelante), Zurvān («Tiempo») es el padre de los gemelos Ormazd y Ahriman, que reinan alternativamente sobre el mundo hasta la victoria final de Ormazd.
Algo de esta concepción se refleja en el maniqueísmo, en el que a veces se llama a Dios Zurvān, mientras que Ormazd es su primera emanación, el Hombre Primordial, que es vencido por el espíritu destructor de las tinieblas pero rescatado por la segunda emanación de Dios, el Espíritu Viviente.