Agricultura. El cultivo del dátil. 1ª parte.

1. ORIGEN.

La palmera datilera es simbólica de los climas áridos. Siendo probablemente nativa del norte de África o Arabia, la pusieron bajo cultivo por primera vez las antiguas gentes del Irak actual, hace alrededor de unos 3000 a.C. Ha tenido gran importancia para distintos pueblos: para caldeos y árabes era el árbol de la vida, en el Antiguo Egipto significaba la fertilidad, para los hebreos y griegos el triunfo y para los fenicios era sagrada (Dios Palmera). Los dátiles constituyeron una norma de dieta para los egipcios y aún forman una importante fuente de carbohidratos para millones de personas desde Gibraltar hasta el Golfo de Persia, y aún más allá. Numerosas palmas aparecen en cada oasis, curso de corrientes de agua y jardines a través de una amplia área, desde Marruecos hasta Arabia, habiendo sido introducido en la mayoría de países tropicales o subtropicales. La palmera datilera fue introducida en América por los primeros misioneros españoles, que plantaron dátiles alrededor de muchas de sus misiones.

2. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.

Los países asiáticos y africanos, principalmente Egipto, República Islámica de Irán, Arabia Saudita, Pakistán, Irak y los países vecinos, juntos producen más o menos el 98% de los dátiles que se dan en el mundo. Estados Unidos, España y México producen el resto.

Países

Producción dátiles
año 2001 (toneladas)

Egipto

República Islámica de Irán

Arabia Saudita

Pakistán

Irak

Argelia

Emiratos Árabes Unidos

Omán

Sudán

China

Túnez

Marruecos

Yemen

Mauritania

Chad

Qatar

Estados Unidos

Kuwait

Israel

Turquía

Somalia

Níger

España

México

3. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA.

Familia: Arecaceae.
Especie: Phoenix dactylifera L.
Árbol: dioico, esbelto que puede alcanzar 25-30 m de altura y 2 m de diámetro en la base del tallo.
Estípite: robusto, recto, inerme, sin ramificar, cubierto por las bases de las hojas muertas, coronado en el vértice por un penacho de hojas vivas. En su parte baja suele llevar numerosas raíces adventicias, que dan lugar a hijuelos, particularmente cuando la palma aún es joven, por tanto, se puede desarrollar plantas múltiples si no se les poda.
Sistema radicular: muy fasciculado, con escasa ramificación y no engruesan con el paso del tiempo.
A medida que las raíces mueren, son sustituidas por otras nuevas.
Hojas: persistentes, largas, tiesas, glaucas o de color verde azuloso que se arquean y son portadas en una inmensa corona terminal. Una palma madura con frecuencia puede tener de 10 a 12 hojas nuevas, mientras que las más antiguas se tornan amarillas y se deben eliminar. Las hojas son pinnadas, ya que llevan a cada lado de su grueso eje numerosísimos segmentos plegados longitudinalmente, hacia el haz (induplicados), los inferiores más cortos, rígidos y punzantes; los intermedios suelen medir 30-40 cm, aunque a veces son más largos; el eje de la hoja está ligeramente comprimido lateralmente, y se ensancha mucho en la base.
Flores: las inflorescencias aparecen como espadas abiertas desde las axilas de las hojas. Las partes florales constan de un cáliz trilobado, tres pétalos distintos, las flores masculinas con 6 estambres, la pistilada con 3 ovarios. Las flores masculinas son de color crema y las femeninas son amarillas. Las flores masculinas son considerablemente más pequeñas que las femeninas y son portadas en profusión en raques largos, delgados, erectos y ramificados. El raquis de la inflorescencia femenina es más fuerte con más varas laterales que se vuelven colgantes por el peso del fruto en ellas. Como regla general, solo se desarrolla uno de los tres ovarios presentes.
Fruto: es un dátil oblongo-ovoide, liso, con mesocarpo carnoso y endocarpo membranoso, más o menos de 3-9 cm de largo y 2.5 cm de diámetro con una sola semilla, larga profundamente ranurada; la carne y la cáscara están coloreadas en forma variada, de amarillo, amarillo verdoso, anaranjado o rojo. El periodo de germinación de las semillas es de un mes o algo más.
Los racimos de fruta madura frecuentemente llegan a pesar 25 kg.

4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.

4.1. Clima.

La palmera datilera es la especie frutal que mayores diferencias climáticas tolera, pero, a la vez es la más exigente respecto a ellas, para un adecuado desarrollo y fructificación.
La producción comercial de palmera datilera se encuentra limitada a aquellas áreas de clima cálido que cuentan con una humedad continuamente baja durante la época de maduración del fruto.
El calor constituye el elemento más importante del clima, siendo necesarias temperaturas medias superiores a 17ºC, desde mayo a octubre, ambos inclusive para lograr una integral térmica de 3000ºC.
El cero de vegetación es de 10ºC, por el contrario el crecimiento es máximo cuando se pasa de los 32ºC.
La planta puede soportar una temperatura inferior a -5ºC si se encuentra completamente en reposo, pero requiere un promedio de 30ºC para la maduración óptima de sus frutos.
Aparentemente es necesario un periodo de relativa inactividad, para formar las reservas de carbohidratos.
El crecimiento de la palmera datilera es bueno es regiones con climas húmedos, pero su cosecha puede reducirse considerablemente y, además, los frutos resultan de baja calidad, puesto que la palmera datilera es una planta heliófila, es decir, se desarrolla mejor con gran iluminación.
Aguanta mal las heladas, por lo que se cultiva principalmente en las zonas costeras. Pero en prevención de posibles heladas, se realizará una aportación al suelo de sulfato potásico y/o sulfato magnésico en otoño para lograr un endurecimiento de las plantas.

4.2. Suelo.

La palmera datilera prospera en casi cualquier tipo de suelo, pero le van especialmente bien los limos arenosos con buen drenaje.
Presenta gran resistencia a la sequía y la máxima resistencia a la salinidad.

5. POLINIZACIÓN.

La polinización de la palmera datilera se realiza por el viento, pero generalmente el amarre de la fruta es tan poco satisfactorio que por ello se practica ampliamente la polinización artificial. Se han registrado datos de que los antiguos jardineros de la zona que constituye el actual Irak, aumentaron el rendimiento de sus plantaciones amarrando racimos de flores masculinas en las inflorescencias femeninas, con el tiempo apropiado. Este método después de 5.000 años está aún en uso.
El polen de una flor masculina puede ser suficiente para más o menos de 50 a 100 palmas femeninas. Durante mucho tiempo, ha sido frecuente, entre los productores árabes, el utilizar el polen de ciertas plantas masculinas. Ellos han aprendido, por experiencia, que el polen de ciertas palmas ofrecen mejor resultado en cuanto a la cantidad y calidad de los frutos en comparación con el polen de otras. La razón de este hecho se ha aclarado después, una vez que se encontró que la polinización de la palmera datilera se realiza acompañada en ciertos casos, por un fenómeno llamado «metaxenia».
La metaxenia, requiere de la influencia de un polen específico sobre el tejido que queda enteramente afuera del saco embrionario original y que consta de células de la hembra progenitora.
Las principales manifestaciones de la metaxenia en la palmera datilera se presentan en la forma, el tamaño y la época de maduración de los frutos. Con la selección apropiada del polen, la temporada de maduración de una variedad dada, con frecuencia se puede adelantar considerablemente.
Este hecho puede ser de valor económico para el productor, especialmente donde el periodo de maduración se presenta durante los meses con condiciones desfavorables de clima. En general, el polen de cualquier palma masculina está bien adaptado para la polinización de cualquier variedad femenina. Pero existen casos conocidos de incompatibilidad específica.

6. PROPAGACIÓN.

-Por semilla: las plantas precedentes se semillas son muy variables en cuanto a los caracteres del fruto, por tanto este método de propagación suele emplearse en estudios de endogamia. Las plantas producidas por semillas producen igual cantidad de palmas masculinas y femeninas, de las cuales solo las últimas son valiosas desde el punto de vista productivo.
-Por hijuelos: las variedades comerciales de palmera datilera se propagan por medio de hijuelos.
La palmera datilera es una de las pocas que se cultivan extensamente por sus frutos, que producen hijuelos y que por tanto se pueden propagar como clones.
La separación de los hijuelos de la planta madre se debe realizar con sumo cuidado. El suelo que se encuentra alrededor de la palmera se debe regar bien varios días antes de la separación para asegurarse que buena parte de la tierra que rodea a las raíces queda adherida a ellas. Si los hijuelos no se necesitan como material de propagación deben de eliminarse.
Las ventajas de la propagación por hijuelos son las siguientes:

  • Las plantas obtenidas son iguales a la planta madre.
  • El fruto de hijuelo es de la misma calidad que el fruto de la planta madre.
  • El hijuelo da fruta en 3-4 años.

-Propagación in vitro: mediante el cultivo de meristemos, cuyas ventajas respecto a otros tipos de multiplicación son los siguientes:

  • Las plantas obtenidas están libre de virus y enfermedades.
  • Son idénticas a la planta madre.
  • El 100% de las plantas son hembras.
  • Entrada rápida en producción.

En la organogénesis in vitro de la palmera datilera: las yemas axilares, con desarrollo normalmente floral, y el meristemo terminal de la palmera datilera adulta engloban su potencial meristemático, el cual es empleado en organogénesis in vitro.
La extracción de las yemas axilares ha permitido su estudio histológico, en el cual ha mostrado su estructura meristemática sencilla sin rasgos de diferenciación.
El cultivo de estas yemas axilares, con una fase inicial en medio líquido, han dado lugar al desarrollo mayoritariamente floral con, a veces, mezclas de estructuras vegetativas y florales. Algunas yemas, aunque pocas, tiene un desarrollo exclusivamente vegetativo.
Todos estos resultados han demostrado que la determinación floral de este tipo de explanto no es absoluta; presentando un enorme interés para la investigación sobre la organogénesis de la palmera datilera.

7.VARIEDADES.

Los frutos de la palma datilera se pueden clasificar respecto a su contenido de humedad en la carne, como suaves, semisecos y secos.
El primero consta de variedades producidas en Arabia para exportación; el segundo se utiliza como fruta fresca; y el último es el principal alimento de los árabes.
Solo los dos primeros son vistos en los mercados europeos y americanos. Los dátiles semisecos y suaves se cultivan extensamente en California y Arizona, siendo la variedad más plantada en Estados Unidos y que cuenta con más o menos las tres cuartas partes de la superficie sembrada con material importado la Deglet Noor, un tipo semiseco, siguiéndole Khadrawy, Saidy, Zihidy, Mallow y Halawy.
Las variedades precoces pueden empezar a fructificar a partir del segundo o tercer año después del trasplante, pero las cosechas importantes se obtienen entre el quinto y el octavo año.
En España, como consecuencia del método de multiplicación por semilla, que es el más comúnmente empleado, resulta imposible catalogar la gran masa de palmeras cultivadas dentro de unas variedades definidas. Sin embargo, por las características del fruto se distinguen las siguientes clases.
-«De Adobo»: son los que maduran artificialmente tratándolos con vinagre.
-«Candias»: se distinguen los frutos por la rugosidad de su piel; los dátiles son duros, poco azucarados y de un color amarillo verdoso. Desecados al sol toman un color dorado o rubio y de esta forma se consumen habitualmente.
-«Tenadas»: producen dátiles semejantes a los de la clase anterior, con la piel algo menos rugosa, más dulces y sin la astringencia característica de sabor de las clases anteriores. Su consistencia es menor, aunque suficiente para permitir su embalaje, transporte y almacenado.
-«Tiernas»: estas palmeras producen dátiles blancos, pero muy ricos en azúcar, por lo que se pueden consumir aún en verde.

8. PARTICULARIDADES DEL CULTIVO.

8.1. Plantación.

El mejor momento para llevar a cabo la plantación abarca desde la primavera (fuera de los periodos de heladas) hasta mediados de verano.
Los hoyos deberán tener unas dimensiones lo suficientemente amplias en anchura y profundidad como para acomodar todo el sistema radicular.
La base del tronco debe quedarse a la misma altura a la que estaba anteriormente o ligeramente más enterrado, se afirmará bien el suelo alrededor del cepellón y se dará inmediatamente un abundante riego.
Se cubrirá la superficie del suelo alrededor del tronco con una buena capa de humus o «mulching», para ayudar a mantener la humedad e incluso regular la temperatura del suelo, imposibilitando a la vez la germinación de malas hierbas.
El sistema de plantación y las distancias en el cultivo de la palmera datilera difieren con la variedad, pero un espaciado en cuadro o rectangular de más o menos 9-11 m, es lo que generalmente se recomienda.
Los hijuelos se pueden trasplantar directamente después de que se les haya separado de la palmera progenitora o las palmeras jóvenes se pueden mantener en vivero un año antes de trasplantarse en el campo.
En los palmerales cultivados se tiene un pie masculino por cada 25 pies femeninos, para asegurar la fecundación, pues si no hay que recurrir a la polinización artificial. Para asegurarse de la naturaleza de los pies, se suelen utilizar preferentemente para su reproducción los renuevos que producen las palmeras hembras.

8.2. Riego.

La palmera datilera debe tener un aporte regular de agua, constituyendo el riego el mayor coste en una plantación de palmeras, pues las raíces deben tener un abastecimiento de humedad constante.
Puede ser regada con agua salada, cargada con demasiada sal para la mayoría de los cultivos.
Las prácticas de riego inadecuadas pueden dar lugar a frutos demasiado secos.

8.3. Abonado.

La palmera datilera responde muy bien a la adición de abono. Normalmente el abono se aplica una vez al año, siendo el orgánico el más empleado.
Se recomienda mezclarlo con tierra de la superficie y distribuirlo alrededor de la palmera.
El uso de fertilizantes comerciales no está muy extendido en este cultivo, pero en cualquier caso serán ricos en nitrógeno.

8.4. Poda.

La poda de la palmera es manual y consiste en la eliminación de palmas y restos de poda del año anterior. Para las palmeras adultas se recomienda, desde el punto de vista de su biología, cortar las hojas totalmente secas, conservando todas aquellas hojas verdes en buen estado (las hojas verdes adultas son las más funcionales).
La palmera datilera se poda generalmente al final del invierno.

8.5. Aclareo.

Para mejorar el tamaño y la calidad del fruto se practica el aclareo tanto de los frutos como de los racimos. Se realiza eliminando más o menos la mitad de la cantidad total de varas o ramas de la espada, durante el periodo de polinización.
La cantidad de aclareo necesario para obtener los mejores resultados, depende tanto de la variedad como de las condiciones climáticas.
En el caso de la variedad Deglet Noor el aclareo se realiza dejando entre 25 y 35 dátiles por vara y más o menos 40 varas por racimo.

8.6. Recolección.

Los racimos de fruta se cosechan desde el suelo, con escaleras cortas, hasta que las palmeras tienen de 10 a 15 años y, de ahí en adelante, con escaleras o plataformas adheridas permanentemente a los troncos.
Se cosecha una pequeña cantidad de dátiles en la etapa «Khalal» (madurez parcial) que son amarillos o rojos (dependiendo del cultivar), pero hay muchos consumidores quienes los consideran astringentes (alto contenido de taninos). La mayoría de los dátiles se cosechan en las etapas de madurez completa «Rutab» y «Tamar», en las que tienen mayores contenidos de azúcares, una menor humedad, un menor contenido de taninos y son más blandas que en la etapa «Khalal».


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