El comportamiento autolesivo (SIB) es uno de los tipos más devastadores de comportamiento exhibido por los niños con autismo. Desde golpearse la cabeza, morder, hasta frotarse las manos o rascarse de forma extrema, este tipo de acciones pueden ser perjudiciales para el niño y para sus padres. En Steinberg Behavior Solutions, entendemos lo difícil que puede ser presenciar cualquier tipo de SIB que su hijo pueda exhibir. Por eso tenemos una amplia gama de técnicas que utilizamos para disminuir e incluso detener el comportamiento autolesivo. Entendemos que la clave para frenar este tipo de conductas es entender su causa o el motivo que las origina.
Frustración
Los padres a menudo informan de que su hijo exhibe un comportamiento autolesivo como resultado de la frustración. Por lo general, esto es el resultado de la falta de capacidad de comunicación del niño. Puede que estén intentando explicar algo sin éxito, o que el niño no entienda lo que le pide su terapeuta o sus padres. Cualquiera que sea la razón, la incapacidad de comunicarse conduce a la frustración y luego a la autolesión.
La solución es enseñar al niño habilidades de comunicación funcionales como el lenguaje de signos, el Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes (PECS) o utilizar un tablero de comunicación. Es importante recordar que hay que mantener un solo medio de comunicación en todos los entornos para reducir los niveles de frustración. Eso significa que los padres, los cuidadores, los terapeutas y los médicos utilizan el mismo sistema de comunicación cuando interactúan con el niño. También es importante que el niño tenga acceso a este sistema de comunicación allá donde vaya.
En los casos en los que el niño no entiende lo que se le pregunta, puede haber un problema físico (por ejemplo, dolor de cabeza, enfermedad estomacal) o puede tener una discapacidad física como tener problemas de audición. En ese caso, es importante que el niño sea evaluado por su médico.
Evitación
En Steinberg Behavior Solutions, hemos sido testigos de cómo los niños se autolesionan para evitar o escapar de un encuentro social o una instrucción incómoda. El niño puede empezar a autolesionarse antes de encontrarse con cierta persona o durante una actividad específica. En cualquier caso, el objetivo de este tipo de comportamiento es evitar algo o a alguien. Por ejemplo, un terapeuta puede pedir a un niño que haga algo (por ejemplo, que abandone la zona de juegos). Si no quiere hacerlo, es posible que tenga un comportamiento autolesivo. El resultado es que la petición inicial del terapeuta se desestima porque ahora se centra en detener el comportamiento destructivo. En este ejemplo, es crucial que el terapeuta cumpla con su petición. Si el niño comienza a autolesionarse, el profesional capacitado debe interceder y bloquear el comportamiento por razones de seguridad, pero luego debe continuar con la solicitud para que el niño no aprenda que el SIB lo saca de una actividad.
Atención
En el caso de que se piense que el comportamiento autolesivo es el resultado de que el niño quiere atención, es importante que reciba atención positiva cuando el SIB no está ocurriendo. En Steinberg, entendemos que, por la seguridad del niño, no se puede ignorar cualquier comportamiento autolesivo y que requiere su atención inmediata. Si es posible, intervenga en la situación de la forma más neutral posible, por ejemplo, impida que se produzca el comportamiento pero no diga nada (por ejemplo, retire su atención verbal). Además, reforzar positivamente cualquier conducta que imposibilite el SIB (por ejemplo, pedirles que usen las manos en una actividad que les impida abofetear) es una gran manera de quitar la atención de lo negativo y centrarse en lo positivo.
A veces, a pesar de los mejores esfuerzos de todos, los SIBs continúan ocurriendo por lo que parece ser ninguna razón. Como padre o para nosotros como terapeutas, nuestra primera prioridad es siempre mantener al niño seguro. Algunas familias recurren al uso de dispositivos de sujeción o de protección para la cabeza. Además, algunos padres dan acceso a otras formas de estimulación. Este puede ser un enfoque de equipo para determinar el mejor método entre la familia y los terapeutas de Steinberg.
Conclusión
Las razones y técnicas para detener el comportamiento autolesivo mencionadas anteriormente son sólo una fracción de lo que está disponible para un niño que exhibe SIB. A pesar del miedo y la frustración que muchos padres expresan al enfrentarse a la conducta autolesiva, aprender la razón por la que se produce y aplicar un tratamiento basado en la función ayudará enormemente a la situación. Según nuestra experiencia, esto no sólo disminuirá la conducta no deseada, sino que aumentará otras conductas apropiadas en su hijo.